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FACOEMULSIFICACIÓN

FACOEMULSIFICACIÓN

Introducción y generalidades

La facoemulsificación es la extracción del cristalino cataratoso mediante energía ultrasónica a través de una pequeña incisión. Esta técnica se desarrolló desde finales de la década de 1960 y actualmente es la intervención estándar en casi toda Europa, Australia, América y parte de Asia. La razón de su popularidad estriba en que proporciona una rápida rehabilitación con mínimo astigmatismo del ojo, que se mantiene firme en el postoperatorio. Es ideal para cirugía ambulatoria y permite prácticamente cualquier forma de anestesia (tópica, intracameral, subtenoniana, peribulbar y general), sin causar apenas molestias al paciente.

 

Todo esto, sin embargo, sólo se consigue tras haber adquirido gran experiencia. Aunque el procedimiento en manos expertas puede durar menos de 5 minutos, con una media aproximada de 15 minutos, de lo que realmente se va a ocu- par este volumen es del ejercicio logístico necesario para poder operar a gran número de pacientes de forma satisfactoria con un porcentaje uniformemente elevado de resultados óptimos. No sólo se repasarán las técnicas quirúrgicas en sí, sino también la preparación de la cirugía, el proceso que seguirá el paciente, el acondicionamiento del quirófano, la instrumentación y el cuidado postoperatorio y las complicaciones.

 

Entre todo esto hablaremos de cómo quitar una catarata, pero todos los aspectos del proceso de atención al paciente son importantes. El producto final de todo ello es un paciente satisfecho que ha mejorado de visión y, aunque los cirujanos aprendices quieran ir directamente al momento de introducir la punta de faco en el ojo, es inmensa la cantidad de organización, docencia, entrenamiento, trabajo en equipo y planificación necesaria para llegar a esa pequeña parte del proceso. No puede pasarse por alto ninguno de estos pasos si queremos que la seguridad del paciente y los resultados alcanzados sean óptimos. 

Charles Kelman inició sus pruebas clínicas de facoemulsificación en 1967, tras casi tres años de investigación, y comen- zó a enseñar a otros oftalmólogos en 1969. Incluso por aquel entonces, Kelman insistía en que los cirujanos debían aprender a poner a punto la máquina antes de permitirles usarla, así como practicar muchas veces en ojos de plástico y animales antes de operar a seres humanos. Sus cursos duraban varios días e incluían clases teóricas y sesiones prácticas. A pesar de la fuerte resistencia a esta técnica y lo rudimentario del equipamiento, Kelman, fiel a su carácter, perseveró en el empeño y, tras muchos años, no sólo perfeccionó la técnica, sino que influyó en muchos cirujanos eminentes y dio origen a una enorme industria, de modo que su técnica ha ayudado a restaurar la visión de millones de ojos 

Los datos de los ensayos controlados y aleatorizados han demostrado que la facoemulsificación es una técnica segura. El citado estudio confirmó que hay cierto riesgo adicional en la fa-coemulsificación de cataratas duras por lo que respecta a las células endoteliales, pero con los modernos aparatos y las mejoras de los programas que controlan el mecanismo de la aguja de faco, se consigue acortar el tiempo de ultrasonidos y disminuir el daño endotelial. Los datos recogidos en la Encuesta Nacional de Cirugía de Catarata entre septiembre y noviembre de 1997 mostraron que en el 77% de los pacientes británicos se extrajo la catarata mediante facoemulsificación. En el estudio neozelandés de Riley y cols. realizado entre 1997 y 2000, cerca del 97,3% de las intervenciones consistieron en facoemulsificación con lente plegable.

La docencia y el entrenamiento en facoemulsificación se han expandido espectacularmente desde la época de los cursos originales de Kelman, y hoy en día se dispone de diferentes ti- pos de modelos de ojo, así como del recientemente desarrolla- do simulador de realidad virtual (VR Magic). Últimamente se han incorporado los módulos de facoemulsificación a los cursos de entrenamiento. 

 

BIOMETRÍA

 

No vamos a exponer con detalle cómo realizar la biometría para implante de lente intraocular, ya que existen textos muy completos sobre esta cuestión, pero baste decir que la biometría precisa es un requisito absolutamente necesario para obtener un resultado satisfactorio en cirugía de catarata, por lo que hay que contar con un equipamiento apropiado y personal bien entrenado. Actualmente existe la tendencia de que sea personal no médico el que realice la biometría, aunque es imprescindible que los oftalmólogos jóvenes aprendan la técnica, sus inconvenientes y su interpretación para poder elegir los implantes apropiados para cada paciente.

Es importante que los pacientes traigan sus gafas más recientes o su última refracción, para poder hacer una estimación sobre el estado óptico del ojo y confrontarlo con las mediciones biométricas. Es esencial asegurarse de que se obtiene una corrección óptica adecuada y de que existe un correcto equilibrio binocular. Una buena manera de garantizarlo es in- cluirlo en la información previa que se envía con la cita para la operación al paciente, pidiéndole que traiga dicha información cuando venga.

Una vez realizada la biometría, es fundamental la elección del implante en particular, la marca, la clase y el modelo, así como su potencia. Por último, el cirujano que va a hacer la operación debe seleccionar el implante apropiado; a menudo será necesario hacerlo varias semanas antes de la operación para que, en caso necesario, pueda pedirse si no está en el stock normal de lentes. No conviene confiar en poder elegir los implantes a partir de un depósito estándar el día de la cirugía en casos en los que se requiera alguno especial.  

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